Ahora, dicho esto, no significa que no trabaje duro todo el año para intentar aprenderme las canciones para el programa. Cada mes dedico dos semanas a la canción del mes y luego otra semana a repasar todas las canciones del programa del año. Luego, en septiembre, repasamos, repasamos y repasamos durante todo el mes hasta nuestro programa a mediados de octubre. Tengo un post más detallado sobre toda esta información
AQUÍ.
Pero una vez que empezamos a practicar para el programa en sí (1 o 2 semanas antes del programa), coloco las palabras en mi atril como hago en primaria. Esto me ha reportado varias ventajas:
1. Cuando nos ponemos de pie para cantar durante el programa, todos los ojos lectores están puestos en mí. Los niños se concentran en leer las palabras y parecen observar intensamente todos mis movimientos. ¡Es genial! Saben qué canción va a sonar porque tienen la letra delante.
2. Tenemos varios niños de hogares separados que sólo ocasionalmente pueden venir a la iglesia. No han podido memorizar todas las palabras con el resto de la primaria. Así, cuando cantamos, pueden participar y no están aislados.
3. Las palabras son lo suficientemente pequeñas como para no ser una gran distracción (a diferencia de una cartulina grande que tengo que sujetar). Si los niños pueden verme, pueden ver las palabras. La congregación ni siquiera sabe que están ahí. Puedes ver cómo organizo mi carpeta
AQUÍ para saber cuándo pasar las páginas. Lo que los niños ven es lo que yo veo, ¡también es mi música! Así que ahora no estoy buscando a tientas entre las páginas de mi cancionero.
4. Cuando llega la hora del programa y seguimos teniendo problemas con varias estrofas o ciertos compases de las canciones, no me preocupo. Si al final no lo conseguimos, no importa.
Sé que todo el mundo llega a esta convocatoria con experiencias e ideas diferentes sobre cómo deben funcionar las cosas, especialmente a la hora de programar. Y esa es la belleza del Evangelio y de esta vocación. Haz lo que el espíritu te impulse a hacer y lo que funcione mejor para ti y tu primaria. No hay un camino correcto o incorrecto. Así es como he abordado el dilema de memorizar o no memorizar.
¿Qué es lo que mejor le funciona? Deja un comentario para ayudar a dar ideas a otras personas que puedan tener problemas con esto.